1.- Cuando alguien se esté
quejando contigo por algo que has hecho, pero que tú estás seguro que no
lo hiciste, entonces no se trata de un problema tuyo. Así es, el problema es de la persona que está quejándose.
2.- No dejes que esa persona se queje cuando está contigo.
Usa una expresión neutral, una cara que signifique algo como "no me
interesa". Piensa en ti como si fueras un muro, y que esa persona es una
pelota. Las pelotas rebotan en el muro en cuanto lo tocan ¿no? Podría
funcionar.
3.-Pídele (de ser posible) a la persona quejumbrosa que ponga su queja por escrito.
Dile que es importante que establezca bien los hechos, y no que se esté
guiando sólo por lo que siente. Anímale a que presente su queja con la
persona (o personas) que realmente podrían ayudarle. Nueve de cada diez
personas dejarán de quejarse, en vez de poner su queja por escrito.
4.- Piensa en esa persona como si tuviera tres años de edad. Actúa más como un niño pequeño que como un adolescente, porque lo único que hace es quejarse sin parar, y sin ninguna razón.
5.- Si tienes que dar un paseo con esa persona, ve también con otros amigos. Serás un objetivo menos.
Recuerda quien el quejumbroso(a) puede ser por varios motivos:
- Tienen un ego muy grande, o piensan que son mejores que otros, y eso no es cierto por lo general.
- Se quejan porque son infelices. Están insatisfechos con la vida que tienen. No están recibiendo lo que necesitan o lo que quieren para ser felices, por lo que no les queda más opción que estar quejándose.
- Si esa persona se está quejando de ti, y te está exigiendo una disculpa, como no tienes idea de lo que está hablando, o que has hecho mal, ¡no se la des! No es tu culpa que sea una persona insatisfecha.
- Cuando una persona se queje, puedes aconsejarle una solución. A veces es útil, pero existe la posibilidad de que te diga "Sí, lo sé, pero...." y seguirá quejándose, quejándose y quejándose hasta que se canse.

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