martes, 28 de agosto de 2012

7 PUNTOS PARA PROGRAMAR TU BONDAD DIARIA

     Presento a mis lectores algunas líneas que extraje del libro de bolsillo, autoría de Tiberio López Fernández, "366 MARAVILLOSAS MOTIVACIONES". Santa Fe de Bogotá. Ediciones Paulinas. 1998. Pág. 284. De ese extraordinario libro transcribo algunas notas relativas a la práctica diaria de la bondad, notas que también acompaño con algunas de mis reflexiones.


1.-Al despertar en la mañana, ofrece tu primer pensamiento al padre creador de los cielos, del universo, de los seres vivos, de lo que existe y de lo que no existe, de lo visible y de lo invisible, el dueño de la nada, de la representación de la plenitud, el principio y fin de todas las cosas.

2.- Agradécele a nuestro buen Dios por el regalo de la vida, por mantenerte vivo en este día, por el oxígeno que respiras, por todas las cosas que te rodean, por tu trabajo, por tu familia, por tu salud, por tus vecinos, por tu ciudad, por tu estado, por tu país, por tu continente, por el mundo en general etc.

3.-Programa un día sereno, proponiéndote vivirlo en paz contigo y en armonía con tus semejantes. Aleja de ti la agresividad, la violencia y procura ser más tolerante con quienes a ti se relacionan.

4.-Cancela todo resentimiento y todo sentimiento de venganza, para que no se intoxique tu espíritu. Recuerda siempre que el odio, el resentimiento, la venganza, el mal querer, la envidia, el egoísmo, son como una especie de raíces venenosas que deben ser arrancadas totalmente de nuestro corazón, de nuestra mente y de nuestro espíritu, si no lo hacemos nos transformaremos en seres ruines, malvados, e inclinados a cometer desafueros, agresiones, fraudes, timos, venganzas, y en esa carrera perderemos lo más valioso que poseemos: nuestra alma inmortal.

5.- Imagina qué estás en presencia de tus adversarios, mentalmente sonríeles con cariño. Deséales toda clase de bienes. Bendícelos de corazón, derramando sobre ellos toda la plenitud de tu amor. Recuerda la palabra de Dios que nos enseña: "¿TENDRÁ VALOR ACASO AMAR A QUIÉN NOS AMA?". También el señor nos dijo: " AMA A TUS ENEMIGOS".

6.- Procura ser canal limpio del amor de Dios que hay en tu alma, en favor de tus opositores, adversarios y enemigos. Si queremos imitar a Jesús de Nazaret el hijo de Dios, debemos actuar como el. Jesús perdonó a quienes lo crucificaron. A los enemigos debemos mirarlos como el mismo los miró, es decir sintiendo pena por ellos, y orándole al padre para que les proteja, bendiga y les conceda mucho discernimiento. También es conveniente recordar que, reciben más bendiciones aquellos que perdonan y aman, en relación, con los que y no perdonan a sus enemigos, y los que odian .Siempre obtendrá mas bendiciones aquel que da, que quien recibe. Si tú perdonas a tu enemigo, le deseas bendiciones y lo encomiendas á Dios, el señor centuplicará en dones espirituales y materiales cada acción bondadosa que tú hayas hecho.


7.-Es torpe que conserves en tu corazón la ponzoña de la mezquindad. Sería realmente poco inteligente que guardemos en nuestro corazón, aunque fueren pequeñas dosis, raciones o minúsculas partículas ,de cualquier sentimiento relacionado con la mezquindad, el odio, la envidia, el egoísmo, la prepotencia, la hipocresía, la injusticia, la manipulación, la autosuficiencia, la incredulidad, el irrespeto por los demás seres humanos, la sed de venganza y todas aquellas actitudes que nos puedan conducir hacia lamentables situaciones en las cuales podríamos protagonizar hechos que le desagradan a Dios.

domingo, 19 de agosto de 2012

LA ENVIDIA



FABULA DEL SAPO Y LA LUCIÉRNAGA

"Estaba en un pantano un gran sapo, croando y deleitándose con la luna,cuando de pronto apareció una hermosa luciérnaga alumbrando todo cuando a su paso se encontraba. de inmediato la ve el sapo y, en un rápido movimiento, la aplasta, la luciérnaga pregunta ¡¡¡

¿por qué me atacas?
a lo cual el sapo responde ¡¡ PORQUE BRILLAS¡¡¡"
 hartzembusch 

Muchas veces nos preguntamos : por qué nos envidian??? la respuesta es porque BRILLAMOS.

 


La envidia es un fenómeno muy común que hace sufrir enormemente a muchas personas, tanto a los propios envidiosos como a sus víctimas. La envidia es un sentimiento de frustración insoportable ante algún bien de otra persona, a la que por ello se desea inconscientemente dañar. ¿Por qué?

   El envidioso es un insatisfecho (ya sea por inmadurez, represión, frustración, etc.) que, a menudo, no sabe que lo es. Por ello siente consciente o inconscientemente mucho rencor contra las personas que poseen algo (belleza, dinero, sexo, éxito, poder, libertad, amor, personalidad, experiencia, felicidad, etc.) que él también desea pero no puede o no quiere desarrollar. Así, en vez de aceptar sus carencias o percatarse de sus deseos y facultades y darles curso, el envidioso odia y desearía destruir a toda persona que, como un espejo, le recuerda su privación. La envidia es, en otras palabras, la rabia vengadora del impotente que, en vez de luchar por sus anhelos, prefiere eliminar la competencia. Por eso la envidia es una defensa típica de las personas más débiles, acomplejadas o fracasadas. 
 
   Las formas de expresión de la envidia son muy numerosas: críticas, ofensas, dominación, rechazo, difamación, agresiones, rivalidad, venganzas... A escala individual, la envidia suele formar parte de muchos trastornos de personalidad (p.ej., algunas ansiedades, trastornos obsesivos, depresión, agresividad, falta de autoestima...). En lo social y político, su influencia es inmensa, por ejemplo, la envidia de los narcisistas y codiciosos nutre los concursos millonarios de televisión y sus audiencias. La mutua envidia de las mujeres robustece el colosal negocio de la belleza y la moda, así como la de los hombres excita su frenética competitividad. La envidia sexual es el combustible del morbo. Las envidias económicas desenfrenan el motor consumista... Etcétera. 

   No hay que confundir la envidia con los celos, que son sentimientos muy distintos. La envidia nace de las carencias del sujeto, que quiere destruir al objeto-espejo. Los celos, en cambio, nacen del miedo a perder el afecto de la persona amada, a la que se quiere conservar. No obstante, en ocasiones, ambos sentimientos pueden ir juntos. 

   En suma, cuanto más débil, insatisfecha o narcisista es una persona, tanto más envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia sólo se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de un proceso de crecimiento conciente emocional. La persona madura no envidia a nadie.

   Tengan una excelente semana!!!

domingo, 12 de agosto de 2012


ENFOCAR LO QUE QUEREMOS

Tenemos la mente tan ocupada con lo que no queremos. Ocupa tanto espacio en nuestra cabeza lo que no nos gusta, nos duele o nos hace daño, que con el paso de los años hemos dejado atrás sueños e ilusiones y nos hemos hecho poseedores de una larga lista de “No quieros” “Tengo miedos” y “No deseo”. Es posible que con la edad un@ puede volverse más cómod@. Es posible que con las decepciones un@ se proteja más del... dolor. Pero una cosa es aprender y protegerse y otra muy distinta limitar o recortar tu vida por miedos e inseguridades. Una manera de empezar a disfrutar más y sentirte mejor es enfocar tu pensamiento en lo que “Si quieres”. Y cuando digo enfocar quiero decir ocupar tu mente en ello, centrarte en ello. ¡Quiero a mis hijos, pareja, salud, economía saneada, amigos, padres, hermanos, vacaciones, vida tranquila y relajada…!
El tener objetivos claros hace que estés mas depiert@ para atrapar la oportunidad y nos posibilita a sacar de la mente todos esos pensamientos negativos que no hacen otra cosa que ponerte triste y causarte dolor. ¡ENFOCA TUS PENSAMIENTOS EN LO QUE QUIERES! Un abrazo enorme.




lunes, 6 de agosto de 2012


 APRENDE A DECIR: "NO"

"Decir que no, sin herir innecesariamente, sin recurrir al rechazo tajante, que rasga la caridad" (San Josemaría Escriva en Surco # 900) .

En ocasiones decimos “SI” por temor a expresar lo que realmente sentimos. Por miedo a que no rechacen. Por miedo a que nos dejen de querer o por miedo a perder. Lo cierto es que quien realmente pierde cuando dices “SI”, a algo que no te hace bien, eres tú. Quien está dejando de quererse y respetarse al aceptar aquello que no es bueno para ti eres tú. A quien le dejas de gustar es a ti mism@ cada vez que permites lo que no quieres y quien más asustad@ vive eres tu cada vez que te traicionas. ¡Haz cuanto puedas por amarte cada día un poco más! así no tendrás que traicionarte y defraudarte para comprar el amor ajeno. ¡Atrévete a decir “NO”!