Presento a mis lectores algunas líneas que extraje del libro de bolsillo,
autoría de Tiberio López Fernández, "366 MARAVILLOSAS MOTIVACIONES".
Santa Fe de Bogotá. Ediciones Paulinas. 1998. Pág. 284. De ese
extraordinario libro transcribo algunas notas relativas a la práctica
diaria de la bondad, notas que también acompaño con algunas de mis
reflexiones.
1.-Al
despertar en la mañana, ofrece tu primer pensamiento al padre creador
de los cielos, del universo, de los seres vivos, de lo que existe y de
lo que no existe, de lo visible y de lo invisible, el dueño de la nada,
de la representación de la plenitud, el principio y fin de todas las
cosas.
2.- Agradécele a nuestro buen Dios por el regalo de la
vida, por mantenerte vivo en este día, por el oxígeno que respiras,
por todas las cosas que te rodean, por tu trabajo, por tu familia, por
tu salud, por tus vecinos, por tu ciudad, por tu estado, por tu país,
por tu continente, por el mundo en general etc.
3.-Programa un
día sereno, proponiéndote vivirlo en paz contigo y en armonía con tus
semejantes. Aleja de ti la agresividad, la violencia y procura ser más
tolerante con quienes a ti se relacionan.
4.-Cancela todo
resentimiento y todo sentimiento de venganza, para que no se intoxique
tu espíritu. Recuerda siempre que el odio, el resentimiento, la
venganza, el mal querer, la envidia, el egoísmo, son como una especie de
raíces venenosas que deben ser arrancadas totalmente de nuestro
corazón, de nuestra mente y de nuestro espíritu, si no lo hacemos nos
transformaremos en seres ruines, malvados, e inclinados a cometer
desafueros, agresiones, fraudes, timos, venganzas, y en esa carrera
perderemos lo más valioso que poseemos: nuestra alma inmortal.
5.-
Imagina qué estás en presencia de tus adversarios, mentalmente
sonríeles con cariño. Deséales toda clase de bienes. Bendícelos de
corazón, derramando sobre ellos toda la plenitud de tu amor. Recuerda la
palabra de Dios que nos enseña: "¿TENDRÁ VALOR ACASO AMAR A QUIÉN NOS
AMA?". También el señor nos dijo: " AMA A TUS ENEMIGOS".
6.-
Procura ser canal limpio del amor de Dios que hay en tu alma, en favor
de tus opositores, adversarios y enemigos. Si queremos imitar a Jesús de
Nazaret el hijo de Dios, debemos actuar como el. Jesús perdonó a
quienes lo crucificaron. A los enemigos debemos mirarlos como el mismo
los miró, es decir sintiendo pena por ellos, y orándole al padre para
que les proteja, bendiga y les conceda mucho discernimiento. También es
conveniente recordar que, reciben más bendiciones aquellos que perdonan y
aman, en relación, con los que y no perdonan a sus enemigos, y los que
odian .Siempre obtendrá mas bendiciones aquel que da, que quien recibe.
Si tú perdonas a tu enemigo, le deseas bendiciones y lo encomiendas á
Dios, el señor centuplicará en dones espirituales y materiales cada
acción bondadosa que tú hayas hecho.
7.-Es torpe que
conserves en tu corazón la ponzoña de la mezquindad. Sería realmente
poco inteligente que guardemos en nuestro corazón, aunque fueren
pequeñas dosis, raciones o minúsculas partículas ,de cualquier
sentimiento relacionado con la mezquindad, el odio, la envidia, el
egoísmo, la prepotencia, la hipocresía, la injusticia, la manipulación,
la autosuficiencia, la incredulidad, el irrespeto por los demás seres
humanos, la sed de venganza y todas aquellas actitudes que nos puedan
conducir hacia lamentables situaciones en las cuales podríamos
protagonizar hechos que le desagradan a Dios.
martes, 28 de agosto de 2012
domingo, 19 de agosto de 2012
LA ENVIDIA
FABULA DEL SAPO Y LA LUCIÉRNAGA

"Estaba en un pantano un gran sapo, croando y deleitándose con la luna,cuando de pronto apareció una hermosa luciérnaga alumbrando todo cuando a su paso se encontraba. de inmediato la ve el sapo y, en un rápido movimiento, la aplasta, la luciérnaga pregunta ¡¡¡
¿por qué me atacas?
a lo cual el sapo responde ¡¡ PORQUE BRILLAS¡¡¡"
hartzembusch
Muchas veces nos preguntamos : por qué nos envidian??? la respuesta es porque BRILLAMOS.
La envidia es
un fenómeno muy común que hace sufrir enormemente a muchas
personas, tanto a los propios envidiosos como a sus víctimas. La envidia es un
sentimiento de frustración insoportable ante algún bien de otra
persona, a la que por ello se desea inconscientemente dañar. ¿Por qué?
El envidioso
es un insatisfecho (ya sea por inmadurez, represión, frustración, etc.) que, a
menudo, no sabe que lo es. Por ello siente consciente o
inconscientemente mucho rencor contra las personas que poseen algo
(belleza, dinero, sexo, éxito, poder, libertad, amor, personalidad,
experiencia, felicidad, etc.) que él también desea pero no puede o no
quiere desarrollar. Así, en vez de aceptar sus carencias
o percatarse de sus
deseos y facultades y darles curso, el envidioso odia y desearía
destruir a toda persona que, como un espejo, le recuerda su privación.
La envidia es, en otras palabras, la rabia vengadora
del impotente
que, en vez de luchar por sus anhelos, prefiere eliminar la
competencia. Por eso la envidia es una defensa típica de las personas
más débiles, acomplejadas o fracasadas.
Las formas de
expresión de la envidia son muy numerosas: críticas, ofensas,
dominación, rechazo, difamación, agresiones, rivalidad, venganzas... A
escala individual, la envidia suele formar parte de muchos trastornos de personalidad (p.ej., algunas ansiedades, trastornos
obsesivos, depresión, agresividad, falta de autoestima...). En lo social y político, su influencia es
inmensa, por ejemplo, la envidia de los narcisistas y codiciosos nutre los
concursos millonarios de televisión y sus audiencias. La mutua envidia
de las mujeres robustece el colosal negocio de la belleza y la moda,
así como la de los hombres excita su frenética competitividad. La
envidia sexual es el combustible del morbo. Las
envidias económicas desenfrenan el motor consumista... Etcétera.
No hay que
confundir la envidia con los celos, que son sentimientos muy
distintos. La envidia nace de las carencias del sujeto, que
quiere destruir al objeto-espejo. Los celos, en cambio, nacen
del miedo a perder el afecto de la persona amada, a la que se
quiere conservar. No obstante, en ocasiones, ambos sentimientos pueden ir
juntos.
En suma,
cuanto más débil, insatisfecha o narcisista es una persona, tanto más
envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia sólo
se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de
un proceso de crecimiento conciente emocional. La persona madura no envidia a nadie.
Tengan una excelente semana!!!
domingo, 12 de agosto de 2012
ENFOCAR LO QUE QUEREMOS
Tenemos la mente tan ocupada con lo que no queremos. Ocupa tanto espacio en nuestra cabeza lo que no nos gusta, nos duele o nos hace daño, que con el paso de los años hemos dejado atrás sueños e ilusiones y nos hemos hecho poseedores de una larga lista de “No quieros” “Tengo miedos” y “No deseo”. Es posible que con la edad un@ puede volverse más cómod@. Es posible que con las decepciones un@ se proteja más del... dolor. Pero una cosa es aprender y protegerse y otra muy distinta limitar o recortar tu vida por miedos e inseguridades. Una manera de empezar a disfrutar más y sentirte mejor es enfocar tu pensamiento en lo que “Si quieres”. Y cuando digo enfocar quiero decir ocupar tu mente en ello, centrarte en ello. ¡Quiero a mis hijos, pareja, salud, economía saneada, amigos, padres, hermanos, vacaciones, vida tranquila y relajada…!
El tener objetivos claros hace que estés mas depiert@ para atrapar la oportunidad y nos posibilita a sacar de la mente todos esos pensamientos negativos que no hacen otra cosa que ponerte triste y causarte dolor. ¡ENFOCA TUS PENSAMIENTOS EN LO QUE QUIERES! Un abrazo enorme.
lunes, 6 de agosto de 2012
APRENDE A DECIR: "NO"
"Decir que no, sin herir innecesariamente, sin recurrir al rechazo tajante, que rasga la caridad" (San Josemaría Escriva en Surco # 900) .
En ocasiones decimos “SI” por temor a expresar lo que realmente sentimos. Por miedo a que no rechacen. Por miedo a que nos dejen de querer o por miedo a perder. Lo cierto es que quien realmente pierde cuando dices “SI”, a algo que no te hace bien, eres tú. Quien está dejando de quererse y respetarse al aceptar aquello que no es bueno para ti eres tú. A quien le dejas de gustar es a ti mism@ cada vez que permites lo que no quieres y quien más asustad@ vive eres tu cada vez que te traicionas. ¡Haz cuanto puedas por amarte cada día un poco más! así no tendrás que traicionarte y defraudarte para comprar el amor ajeno. ¡Atrévete a decir “NO”!
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